lunes, 26 de marzo de 2012

Cuentos al estilo del Conde...Lucanor

La rana

Una tarde de verano, la ranita Fuly hablaba así con su consejero el caballo Blanco:
-Blanco, hay una hormiga que no deja de pedirme favores, aunque siempre que le ayudo me lo agradece, pero cuando me pide un favor y no le puedo ayudar, se enfurece mucho, como si no se acordase de los favores que le hice antes. Por favor, te pido que me aconsejes cómo debo comportarme con ella.
-Señora Fuly- dijo Blanco- lo que te está pasando es semejante a lo que le pasó a mi hermano Negro.
Fuly la ranita le preguntó a Blanco qué le había sucedido a su hermano Negro, Blanco le contestó:
-Negro estaba casado con Dinova, la quería mucho y hubiera hecho lo que fuera por tenerla contenta. Pero ella tenía un defecto: era caprichosa.
Estando en la playa de Barcelona de vacaciones, Dinova comenzó a llorar. Negro le preguntó:
-¿Por qué lloras?
Dinova le respondió:
-Porque nunca me llevas a la playa.
Entonces Negro mandó hacer un puerto lleno de barcos solo para ella. Por lo que le dijo:
-Venga, todos estos barcos son tuyos.
Otro día, ella lloraba por otra cosa y él le preguntó:
-¿Por qué lloras?
Ella respondió:
-Porque nunca te preocupas por mí y por hacerme feliz.
Entonces Negro dijo:
-¿Y no te hice feliz con los barcos y las playas? Queriendo decirle que hiciera lo que hiciera nunca se lo agradecía.
-En cuanto a ti, ranita Fuly, si esa hormiga sigue pidiéndote favores sin acordarse de los anteriores, pues te aconsejo que no sigas haciéndolos.
A la ranita Fuly le pareció buen consejo y cumpliéndolo le fue la vida mejor.
No seas desagradecido
cuando te ayude un amigo.

Jasmin J. 3ºB

No hay comentarios: