Fiar o no
Hace un tiempo, Gloria, de la cafetería me comentó un problema que tenía y es que ya hacía un tiempo había decidido fiar a la gente por si se había olvidado el dinero del bocadillo. Sin embargo, esto se le fue de las manos y poco a poco la gente dejaba de pagar por costumbre. De modo que me pidió consejo y le conté una historia:
Tiempo atrás, a un pequeño pueblo, llegó un hombre que, lleno de ilusión abrió un restaurante. Era nuevo y tenía tanta ilusión por llevarse bien con los habitantes del pueblo y tener clientela, que decidió fiar a unos cuantos vecinos para hacer amistades. Sin embargo, esto se difundió y todo el mundo se aprovechó de la bondad de este hombre, hasta tal punto que, cuando el dueño les enseñaba la cuenta a sus clientes, estos se reían y decían que dejase de bromear.
Esto siguió así hasta que el dueño, incapaz de hacer nada, se quedó sin dinero y tuvo que dejarlo.
De modo que Gloria, si quieres tener ganancias deja de fiar.
Si por fiar consigo amigos y por cobrarles los pierdo, lo mejor es no fiar.
Juan 3ºB
No hay comentarios:
Publicar un comentario