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rase una vez un zorro, que estaba en una
selva cerca del río Amazonas, en Brasil. Era astuto, no se dejaba engañar y
lograba siempre lo que quería.
Un día, decidió dar una vuelta por la
selva, buscando comida, cuando de repente, observó desde la ribera del río una
balsa que, en su superficie, contenía un jarrón.
En ese momento pensó en lanzar una cuerda
para conseguir amarrar la balsa y en cómo alcanzar aquel objeto.
Inesperadamente, un león y un buey, que
simbolizaban el poder y la fuerza respectivamente, se lanzaron al agua sin
pensárselo para obtener el recipiente y ver lo que había en su interior. Se
pelearon dentro del raudal y, casi sin fuerzas y a punto de ahogarse, vieron
cómo el jarrón y la balsa se alejaban lentamente delante de ellos sin poder
hacer nada.
Entonces, el zorro puso en práctica su
plan. Lanzó una cuerda para atar la balsa. Y repitió este proceso dos veces,
una vez de cada lado, ya que, si la sujetaba de un lado cabía la posibilidad de
que, al chocar contra el borde del río, el jarrón se cayera.
La astucia del zorro venció al poder del
león y a la fuerza del buey.
El zorro dejó a los que fueron sus
compañeros de batalla, y se alzó vencedor gracias a su habilidad para conseguir
cualquier fin. Al final, en el jarrón encontró la comida que necesitaba y
volvió satisfecho a su casa.
La fábula enseña que trabajar en equipo da
mejores resultados.
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